ultramarina

Mes: abril 2009

carlo-mollinoEntre la colonización del espacio que concluye en la perfección y lujuria del objeto de diseño, y la resonancia indómita de una experiencia ajena a la cultura en el seno del arte, se encuentra un campo indeterminado donde las diferencias y las identidades son indiscernibles. Es en ese espacio donde cada cultura remite a una domesticidad, a un impulso de apropiación que es simultáneamente causa y efecto de nuestro sentido de realidad, de nuestros significados sociales, de nuestros hábitos, de nuestros objetos, y de nuestras mediaciones.

La casa es un ámbito natural (una segunda naturaleza) de existencia sofisticada. Erigida como piel porosa cuyos pliegues determinan exterioridades e interioridades, como escenario de un drama único, como mundo, la casa es además biosfera, donde habitan seres humanos e inhumanos, bacterias y microclimas; es también semiosfera, donde evolucionan sentidos y usos inmersos en conductas y extensiones; es instalación -de lo social en lo privado, y de lo personal en lo social- y es también una comunidad donde participan todos los gremios: allí se dan cita, en uno u otro momento, el diseñador y el recaudador, el albañil y el especulador, el antropólogo y el butanero, el cartero y el poeta, el niño y el sepulturero, la familia y el repartidor, el prójimo y el privado. Todos los malestares de la cultura eclosionan en ese pliegue de pliegues de la casa, allí donde la signicidad misma colapsa en el momento en el que toda posibilidad de mentira se desvanece en el espejo máximo de la conciencia. Los sueños de dominio (domésticos y domesticadores) se enfrentan entonces a su imposibilidad, a su zozobra, a su paradoja.

Juan Luis Moraza. 2000. Texto Para la exposición Indoméstico realizada en Imatra

y (IV versión de Imatra)

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Lo más hermoso del viaje fue recibir días después tu regalo. Una fotografía que cerraba mi ejemplar de «Indoméstico»: una fotografía de un pequeño heterodoxo variable grupo de personas burgueses esposas niños mozos de recados y aquel camarero hacia el centro de la imagen adelantando pierna la mano sobre el bastidor del toldo aquel camarero infinito con ese chaqué corto impecable y mandil blanco atómico cuando aún Hirosima conservaba cierto aire feudal preMeiji. Dos enormes letreros: «Café del Puerto». Con las mesas escoradas hacia La Ría. Surcarían gabarras pletóricas de escoria ante los ojos de aquellos clientes afortunados? Y al final? Entre la mezquindad de los mejores años de los Altos Hornos, que aire maketo se podría respirar en ese honorable establecimiento (Estufa, 14. Bilbao, of course!) de servicio esmeradísimo?. Cuantos como yo se habrían sorprendido entonces 1948 1952 1953 1961 de Soldón da Seara Palas de Rei Muimenta Oirós As Forcadas intentando recuperar el último coito perpetrado antes de recalar allí hacia el norte en octubre lejos de casa mientras allá en Sestao el humo cruje el último cielo posible en una tarde de descanso? Eso eso eso es realmente Bilbao.

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Músicos en Bilbao

zorrozaureDe la casa y lo doméstico, tan integrados ambos en nuestra propia identidad personal, a la ciudad que nos permite estructurar rememorar y comprender el flujo informe de la realidad, la misión intemporal de la arquitectura es la de crear metáforas de existencia corpórea que concreten y estructuren la presencia del hombre en el mundo.  La materialización de la arquitectura nos sitúa en el continuum de la cultura. Toda experiencia de mundo implica clasificación, memorización y comparación para poder entender la ciudad  como  metáfora cambiante,  siempre mostrando en la consciencia de su precariedad la posibilidad de una interpretación   que desde el ejercicio del poder  privilegia unos relatos sobre otros.  Desde la experiencia subjetiva a circunstancias histórico-políticas más complejas,  la memoria desempeña un papel esencial como base para la rememoración de un espacio, por esa razón en las experiencias arquitéctonicas memorables, el espacio, la materia y el tiempo se funden en una única dimensión.

duras

Me gusta Duras, si propuse mujeres, fue sobre todo, porque hay mucha ausencia de ellas en el listado. Como en todo. No es que yo sea radical en ese debate, soy aburrida de atenderlo, porque siento su culpa en la elección. Bueno, pues a pesar de ello, he releído El arrebato de Lol V Stein  estos días, entre el sueño, el ensueño y el insomnio. Quiero decir que de pronto me despierto en mitad de la noche, leo unas páginas del libro y sí, si que me asomo a un universo de mujeres levemente enfermo.  La imagen de sí con que el otro la viste, le fué robada…

De haber nacido en el sur. Ser uno de esos gitanos que enamoraban a Federico y una noche calurosa del mes de julio, raptar a Mimesita asomada a la ventana de su cuarto oscuro para mirarse en la luna. Nos iríamos muy lejos los dos. A los secretos del monte o a una isla perdida. A cualquier lugar donde nadie diese con nosotros jamás.

De el diario secreto de Mimesita

(…)      No se publica por ahora. Si el diario es secreto, no conviene divulgarlo,debe permanecer secreto.

burladero

La pobre reina, tampoco en la casa de poe, tiene mucha presencia. Su carta, seguramente de asunto de amores como ya sugiere Dumas, no aparece por ninguna parte, y a la pobre, primero el rey, después el ministro D y, por último, el mismo Dupin, la tienen en sus manos, la reina es rea, prisionera de quien guarda su texto, no por amor sino por envidia.

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Todas las cartas por enviar y aún por recibir hacen Morada.

lo-real

La mirada del deseo es una mirada distraída: se desliza sobre el presente, sobre el aquí, sobre lo que resulta demasiado visible, y sólo logra prestar atención si dirige la mirada hacia otra parte.

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No es que las cartas lleguen a destino: lo construyen. Hacen lugar Residencia.

 

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Asier Laspiur.    RESIDENCIALES     (habitar textos)

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wittgenstein1  Despacio, muy despacio, como trabajan los taxidermistas. Wovon man nicht sprechen kann darüber mub man schweigen. O, de lo que no se puede hablar hay que callar. Despacio, muy despacio, el taxidermista termina su animal muerto que, no obstante, podría ser un animal vivo que se hubiese detenido un instante. Sólo un instante.
Archivos

Mes: abril 2009

Indoméstico

Entre la colonización del espacio que concluye en la perfección y lujuria del objeto de diseño, y la resonancia indómita de una experiencia ajena a la cultura en el seno del arte, se encuentra un campo indeterminado donde las diferencias y las identidades son indiscernibles. Es en ese espacio donde

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Bilbao

y (IV versión de Imatra) Lo más hermoso del viaje fue recibir días después tu regalo. Una fotografía que cerraba mi ejemplar de «Indoméstico»: una fotografía de un pequeño heterodoxo variable grupo de personas burgueses esposas niños mozos de recados y aquel camarero hacia el centro de la imagen adelantando

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De la casa

De la casa y lo doméstico, tan integrados ambos en nuestra propia identidad personal, a la ciudad que nos permite estructurar rememorar y comprender el flujo informe de la realidad, la misión intemporal de la arquitectura es la de crear metáforas de existencia corpórea que concreten y estructuren la presencia

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Hirosima mon amour

Me gusta Duras, si propuse mujeres, fue sobre todo, porque hay mucha ausencia de ellas en el listado. Como en todo. No es que yo sea radical en ese debate, soy aburrida de atenderlo, porque siento su culpa en la elección. Bueno, pues a pesar de ello, he releído El

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Mimesita

De haber nacido en el sur. Ser uno de esos gitanos que enamoraban a Federico y una noche calurosa del mes de julio, raptar a Mimesita asomada a la ventana de su cuarto oscuro para mirarse en la luna. Nos iríamos muy lejos los dos. A los secretos del monte

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La Casa de Poe (habitar textos)

La pobre reina, tampoco en la casa de poe, tiene mucha presencia. Su carta, seguramente de asunto de amores como ya sugiere Dumas, no aparece por ninguna parte, y a la pobre, primero el rey, después el ministro D y, por último, el mismo Dupin, la tienen en sus manos,

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Lo Real (habitar textos)

Todas las cartas por enviar y aún por recibir hacen Morada. La mirada del deseo es una mirada distraída: se desliza sobre el presente, sobre el aquí, sobre lo que resulta demasiado visible, y sólo logra prestar atención si dirige la mirada hacia otra parte. No es que las cartas

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Wittgenstein. Tractatus

  Despacio, muy despacio, como trabajan los taxidermistas. Wovon man nicht sprechen kann darüber mub man schweigen. O, de lo que no se puede hablar hay que callar. Despacio, muy despacio, el taxidermista termina su animal muerto que, no obstante, podría ser un animal vivo que se hubiese detenido un

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