La casa de la isla de Muuratsalo.
Se trata de una casa experimental en forma de L que prolonga sus muros para configurar un patio donde se funde el espacio interior y exterior. Loos sitúa la perfección formal en la existencia de los arquetipos clásicos y Mies pensará que la forma arquitectónica sólo debe ser una emanación natural de la forma técnica, y es aquí donde Loos entiende la tradición clásica como memoria y recuerdo necesarios.
Reconstruir la intensidad del acontecimiento es también reconstruir la intensidad en el acontecimiento, reconstruir la casa, actualizarla.
Y el cimiento de cada estrato (Alvar) como un hojaldre infinito de capas acumuladas…. así las casas como sucede en el patio impluvium original se llenan de cielo y se convierten en el lugar donde habita la imaginación y el misterio.