A propósito del Trudling Turk
Las cuatro bolas dividen el peso de quién se sienta en cuatro y lo reparten sobre una amplia superficie. Los pies al apoyarse sobre el suelo dan un radio de giro al mueble muy parecido a la dimensión de un paso. Y vemos como el mueble responde a cualquier ligera acción de su ocupante, alargar la mano, dejar un libro, mirar… Mientras que su silueta es ese relieve montañoso que se mueve con sorprendente agilidad….
Enric Miralles. Publicado en la revista Arquitectura 292. COAM