El recentramiento que trae el trabajo inmaterial al centro operacional mismo de las nuevas economías supone una gran transformación: todo el espectro de una producción que antes era considerada «superestructural» ha pasado a convertirse en la parte nuclear del comercio antropológico contemporáneo.
Redefinición de las prácticas artísticas, S.21 (LSA47)
27
La religión de nuestro tiempo se llama: justificación estética de la existencia –cumplida bajo una forma evidentemente abaratada, trivial-si se compara con su diseño en el programa romántico o su aquilatamiento en Nietzsche. Su efecto supone la realización de nuestro tiempo como tiempo del nihilismo culminado– pero de nuevo a precio de saldo, como de segunda mano.