ultramarina

Mes: junio 2017

La escultura no da respuestas, ayuda a hacer preguntas.

Por mucho que hayas ideado una cosa, es probable que ésta no resulte como tú la habías previsto, y en el arte esto es la habitual. El público en general entiende que el arte consiste en solucionar una idea, tener una idea y plasmarla. Y de lo que no se da cuenta es que del arte, lo que valoramos no son los resultados, es el proceso que nos lleva a ellos. Tratamos de entender y de entendernos.

El arte obliga al hombre a poner en juego sus reservas espirituales, a enriquecerlas (…) El arte trastorna el orden aparente del mundo exterior, provoca la necesidad de una más profunda comprensión de uno mismo, nos obliga a poner en juego una zona íntima de nuestra conciencia cuya revelación es ejercicio de sensibilidad. Jorge Oteiza

 Desde el inicio al resultado final, la idea primera puede transformarse, desaparecer totalmente, por eso creo más en el proceso que en las soluciones. Un proceso permite incorporar cosas, nuevas perspectivas, es móvil, cambiante, inestable, y a medida que se desarrolla, mis aspiraciones y yo tenemos que negociar, por eso soy partidario de entender el arte como un proceso del cual yo (el hombre, el artista) soy el principal objeto.

La intención de que no haya una mirada estática me parece importante y una cualidad positiva de cara a cualquier experiencia.

PLIEGUE 10. (Proceso). Pello Irazu. Hasta el 25 de junio el Guggenheim Bilbao presenta la muestra PANORAMA.

Desde que existe la cultura y casi siempre con distintos objetivos y resultados, se ha citado, se ha parafraseado,se ha obtenido inspiración. A veces como homenaje, a veces como intento de destrucción, a veces una crítica, a veces una exploración, hoy, no obstante,  se habla de reciclar más que nunca. Lo que empezó a principios de siglo con los fotomontajes de André Bretón, la poesía experimental de Kurt Schwitters y Tristan Tzara y los periódicos recortados de William Burroughs para hacer literatura, se aplica ahora a gran escala y en todas las disciplinas artistícas.

El reciclaje se está convirtiendo cada vez más en una manera de crear algo nuevo. Reutilizar ya no se considera automáticamente una actitud nostálgica, conservadora, pragmática, plagiaria, o una simple cuestión de repetición de formas. El hecho de que las formas viejas puedan utilizarse para crear un contenido nuevo, también tiene su parte en el proceso.

Reutilización y reproducción se han vuelto cada vez más aceptables, incluso como una forma de producir creaciones originales. En lugar de ver una contradicción entre conceptos opuestos, a los que no se puede permitir interacción, los artistas diseñadores y arquitectos de hoy, entretejen lo viejo y lo nuevo para hacer nuevas combinaciones en que ambos se perciben como una única cosa.

 En los ámbitos más puristas ha venido prevaleciendo una inquebrantable fe en la naturaleza duradera del modelo Moderno y en la atemporalidad de las formas simples, mínimas, pero en nuestra sociedad de consumo, con su constante llamada a la innovación y con su aparente incapacidad para resolver los problemas medioambientales, parecen surgir nuevas voces que apuestan tanto por una simplicidad visual en el diseño global, como complejidad  en el tratamiento y observación de los materiales y sus procesos de producción.

El eslogan «Recicla y Renueva» se puede utilizar como un par de gafas coloreadas para mirar el mundo

Las clasificaciones tradicionales de los materiales aplicadas al diseño, basadas en características físicas, ya no nos bastan. Las «leyes» que en el siglo XIX se desprendían de tales clasificaciones ya no son tampoco válidas. Hubo un tiempo en que esas reglas tenían una función clara. La idea de autenticidad se convirtió en arma arrojadiza en la batalla contra las técnicas imitativas adoptadas por los nuevos materiales y técnicas. Los diseñadores aprendieron que no era aceptable que un material intentase pasar por otro, que cada materia prima debía tener su propio proceso, que las formas y técnicas del artesano no debían ser imitadas por la máquina y que las formas que dependen del material no deben ser reproducidas en materiales de nuevo desarrollo.

Pero a pesar de las lecciones aprendidas, no se dejó de copiar. La situación quedó fuera de control cuando los principales diseñadores de los sesenta empezaron a romper las reglas. Las posibilidades de los materiales sintéticos parecían no tener límites. Apareció también una fascinación por la cultura de masas. El «mal gusto» lo kisch se convirtió en una importante fuente de inspiración. La situación incluso empeoró en los ochenta, al desmoronarse los principios morales.

Los materiales ya no se elegían por sus características sino por su significado. Las culturas alta y baja se fundieron en un enorme crisol y los significados se mezclaron. Postmodernidad, utopía, negación, metacomentario, referencialidad, sociedad del espectáculo. Algo es arte,  si existe para unos discursos y unas prácticas que lo reconocen y pueden apropiárselo como arte.

En la actualidad todo puede ser un material…. un vestido viejo, maderas de derribo, un faro de bicicleta. La gama de proveedores de materia prima se ha ampliado drásticamente en las últimas décadas. Los productores  y elaboradores de madera, vidrio, metal tejidos y de materiales sintéticos han visto como se unían a su segmento grandes almacenes, mercadillos y tiendas de segunda mano. Y la lista es aún mas larga si consideramos también los posiblesmateriales inmateriales: el sonido, el olor, el movimiento y el tiempo se han incorporado al cajón de materiales de los diseñadores.

Las características físicas del material son cuestión importante. Pero ya no ha de ser determinante de todo. Para tratar los materiales con sinceridad hay muchas otras perspectivas. No tiene sentido juzgar el uso de los materiales basándose en la óptima aplicación de sus características físicas. Lo importante es porqué y cómo se utilizan.

Ya no hay grandes cuestiones de ideología, lo que cuenta ahora es la historia pequeña, inspirada en la realidad cotidiana, que no es moralizante, que no predica una verdad universal. A veces como signo de una actitud juguetona con la realidad. Historias pequeñas, accesibles, que queramos compartir. No desencadenarán cambios radicales en el universo, pero darán significado a nuestra cultura.

La sostenibilidad puede coincidir con lo efímero. Un producto debe poder deslustrarse visiblemente con el paso del tiempo sin por ello ser menos bello o feo. Envejecer, simplemente, como todos envejecemos. Utilizar los productos hasta que se caen a trozos. El tiempo que lleve este proceso puede ser mas o menos largo, pero eso no tiene importancia en sí, siempre que el producto acabe cerrando su ciclo. Lo que es preferible a las cortas vidas de los productos de moda.

Renny Ramakers. Doog  Amsterdam/ Pilar Blanco Imatra Bilbao

Abordan en una investigación conjunta aspectos tales como el diseño, la ecología, la sociología y los modos de vida contemporáneos y lo aplican directamente a su práctica profesional.

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Mes: junio 2017

Dream Box

La escultura no da respuestas, ayuda a hacer preguntas. Por mucho que hayas ideado una cosa, es probable que ésta no resulte como tú la habías previsto, y en el arte esto es la habitual. El público en general entiende que el arte consiste en solucionar una idea, tener una

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Reciclar y Renovar

Desde que existe la cultura y casi siempre con distintos objetivos y resultados, se ha citado, se ha parafraseado,se ha obtenido inspiración. A veces como homenaje, a veces como intento de destrucción, a veces una crítica, a veces una exploración, hoy, no obstante,  se habla de reciclar más que nunca.

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Materiales y procesos

Las clasificaciones tradicionales de los materiales aplicadas al diseño, basadas en características físicas, ya no nos bastan. Las «leyes» que en el siglo XIX se desprendían de tales clasificaciones ya no son tampoco válidas. Hubo un tiempo en que esas reglas tenían una función clara. La idea de autenticidad se

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