ultramarina

Categoría: Periodización

El arquitecto y segundo director de la Bauhaus Hannes Meyer (1884/1954) proyectó la instalación «Co-op interieur 1926» como un espacio vacío y blanco. Si las nuevas sociedades pueden hoy ser definidas como sociedades del trabajo inmaterial, es decir, sociedades del conocimiento,debemos reconocer entonces la labor de las y los artistas como productoras y productores  que operan en ellas como genuinos participantes en los intercambios sociales de producción intelectual y producción deseante.

El artista como productor;es a) un generador de narrativas de reconocimiento mutuo; b) inductor de situaciones intensificadas de encuentro y socialización de experiencia; y c) un productor de mediaciones para su intercambio en la esfera pública

Redefinción de las prácticas artísticas s.21 (LSA 47)

The milk bottles just above the ground on long cables in a cluster of twelve-three times four rows of bottles, exactly as it is a Dutch milk crate

En su reciente visita al Estudio Imatra, el arquitecto Diego Sologuren tomó está fotografía en la que podemos ver en primer plano a la izquierda la  lámpara diseñada por Tejo Remy para Droog Design en 1991

Diego Sologuren ha desarrollado su carrera profesional a nivel internacional colaborando con estudios de arquitectura de gran reconocimiento como es el caso entre otros, con el Estudio de Arquitectura de Francis Kéré de Burkina Faso (Premio Pritzker 2022) radicado en Berlín;  y en nuestro cordial encuentro, la conversación giró en torno a la necesidad de articular propuestas de modo conjunto y colaborativo, prestando atención a la creación de  contexto,  fusionando intereses particulares entre las y los creadores de distintas disciplinas (arte, diseño de producto, gráfico, display, urbanismo) como una forma más de economía y ecología propiamente ‘autogestionada’ por los  propios creadores y creadoras, para construir ciudad y entorno desde el compromiso con el usuario, el medio ambiente y el patrimonio.

Del universo a la epidermis, pliegues y pieles se suceden configurando nuestra singularidad y nuestros afectos: vestimentas, casas, identidades, paisajes…Más acá de su nombre, de su ley y su territorio, más acá de su propiedad protectora, cubriente, la casa es el lugar de la bondad del día y del alimento materno: lo material, lo maternal, lo matutino, lo maduro y el maná, apuntan a una blancura líquida y luminosa. Así existe en la casa un hogar central, el fogón, lugar sacramental de la cocción de la sopa vital donde su produce la transustanciación que convierte el veneno en alimento, el lugar en manjar, donde se produce la comunión, la comunicación donde el cosmos se alimenta. Y en el borde de ese universo, existe un vórtice, un agujero negro que confina lo indeseable, lo impropio, lo indoméstico, donde la simetría excremental se oficia en un pequeño templo cuya limpieza enmarca ese rito de desalojo que purifica el miedo, el asco, la otredad de ese otro líquido oscuro, putrefacto e irreferente de lo mortal. La letrina se convertirá por ello en un lugar de distanciamiento y contemplación, extremadamente privado, de un tiempo de identidad y adorno, un tiempo radicalmente cosmético. Lo que se contempla es el firmamento, bajo la óptica invertida de la cámara oscura de la consciencia. La blacura y el espejo rodean a ese sumidero, tal y como la oscuridad y la concavidad rodean a las estrellas. Cocina y letrina son lechos donde yace el cosmos de acuerdo a una topología tórica cuyo agujero central es lugar de eclosión y colapso.

Del universo puede decirse que no puede decirse, lo mismo que el lenguaje. Cada signo es sobre todo su sombra inespugnable, invisible, aquello que sin darnos cuenta más nos conmueve y nos hace sentir, hacer y decir. El secreto de la representación, de la mirada, remite a la opacidad de la evidencia: lo que vemos, lo que damos por visto, es apenas el velo luminosa sobre el rostro intratable del saber del que no queremos saber. No vemos cómo no vemos lo que no vemos. Con todo, existen los trucos, los pliegues mediante los cuales lo inerte puede incluso -sin cambiar- convertirse en materia artializada, en ser sentiente, pensante, imaginante, doliente, gozoso. La consciencia es uno es uno de esos trucos de lo real, por  imposible, mediante el que puede ser visto lo que no se puede ver, mediante el que una parte puede llegar a sentir de qué modo el todo al que pertenece le confiere su singularidad…..La letra  comprende el poema; la estrella la constelación, el artista su obra, el amante su amor… y de esa paradoja irresoluble, sostenida en el abismo, se basan los conocimientos humanos y los demasiado humanos.

El truco atiende a las fisuras por las que se cuela algo de lo real, de lo insabido; la burbuja de lo cotidiano, con sus instrucciones disfrazadas de sentidos  y significaciones, flota como un planeta transparente, pero sólo cuando algo perturba su membrana, desvela los poros y las aporías, convirtiendo el velo de la mirada en agujero y aguja; su falta de recursos es el núcleo de la vivacidad de sus invenciones. Desde el firmamento al muro, esos velos están recorridos por brillos suspensivos, agujas de lo real que se presentan como desfíos e incógnitas. Desde la noche estrellada a la pared manchada, esos velos se ofrecen dúctiles a ser modelados por la mirada: sobre lo aleatorio de un campo rico, las uniones generan formas: astronomías y astrologías, biologías y filosofías, sopas vitales, vías lácteas, cifras y poemas, letrillas y letrros, seguros azares, efectos ópticos que son la proyección de un deseo desconocido, furtivo, en el que cada cual se la juega. Y use o no trucos, quien pretende ganar siempre, no juega, trampea. Pues una jugada de signos jamás abolirá el abismo.

NOTA TÉCNICA : El proyecto VIA LETTERA propone una solución ornamental para espacios domésticos alicatados. Se trata de ofrecer la posibilidad de una versión personalizada y original para cada proyecto decorativo. Partimos de la noción del muro como lugar de una apertura que en este caso apunta hacia el lugar lúdico del pasatiempo. Si la imagen se abre al espacio, el pasatiempo convierte el instante de la mirada en una apertura temporal mediante el reto de una resolución que apela a la memoria. Las cifras y las letras flotan en el océano de la consciencia agrupadas en constelaciones. VIA LETTERA promueve un juego de acuerdo a esa astronomía interna. Para ello VIA LETTERA dispone de un completo abecedario y numerario de caracter modular para componer conjuntos personalizados o temáticos, como sopas de letras, crucigramas, cuadrados mágicos, etc. Cada cocina o cada baño puede establecerse específicamente como vinculado a un asunto, a un autor, a una fábura, a un deseo.

Texto de Juan Luis Moraza escrito en 2002 para la exposición CÓSMOSIS realizada en Imatra c/ Costa 12-14 48010 BILBAO

En la imagen: Luis Enguita, Carmen Cantón, Juan Luis Moraza y Pilar Blanco en la presentación a la prensa de la exposición CÓSMOSIS. Sostienen la aportación de DO CREATE a la muestra: Do Shirt. La clásica camiseta blanca de algodón cuya talla ha sido incrementada 10 veces. El usuario crea la función. Está fabricada en algodón 100×100 y se puede lavar en la lavadora, pero eso no importa realmente, porque siempre será un poco grande para un uso normal. Do Create buscaba una persona apropiada para ella

En el suelo uno de los proyectos de Vía Lettera

 

 

El 4 de septiembre de 1882, un hombre de 35 años llamado Thomas Alva Edison, que lucía un chaqué y llevaba sombrero de copa, giró una palanca que iluminó eléctricamente las oficinas que el banquero Morgan poseía en la esquina de las calles Broad y Wall, de Nueva York. Momentos después, el mismo Edis0n se despojaba de chaqué y sombrero para proceder a la reparación de un circuito que funcionaba defectuosamente. El inventor y hombre de empresa que había desarrollado la primera lámpara incandescente verdaderamente eficaz, junto con cables, enchufes, interruptores, fusibles y sistemas de instalación eléctrica, actuaba todavía como su propio mecánico.

Aquel 4 de septiembre de 1882, al encenderse las lámparas que iluminaron las oficinas del banquero Morgan, se iniciaba una nueva era que bien merecidamente fue bautizada con el nombre de Edison. Durante tres décadas se asistió a un cambio completo en casi todas las actividades humanas. Costumbres y métodos que perduraban desde los tiempos de los egipcios, griegos y romanos, desaparecieron de manera absoluta.

La aplicación de la energía eléctrica lo transformó todo. Tranvías eléctricos rápidos reemplazaron a los servicios públicos de transporte a base de tracción animal, lo que permitió a la gente alejarse varios kilómetros de sus lugares de trabajo. Cuando se construyeron las primeras líneas subterráneas, se logró eficazmente ensanchar los pulmones de las grandes ciudades.

La energía eléctrica aplicada a los ascensores permitió que los ingenieros y arquitectos pudieran edificar rascacielos, pues se había encontrado el medio de alcanzar con rapidez y seguridad alturas, donde se encontraban oficinas y viviendas, a las que difícilmente se hubiera llegado de tener que utilizar las antiguas escaleras.

El mundo que en 1914 entró en la que fue primera guerra mundial era bien diferente del que existía antes de demostrar Edison que había descubierto la aplicación práctica de la electricidad.

Edison tuvo la imaginación suficiente para comprender la importancia que tendrían las aplicaciones prácticas de la electricidad para el progreso de la Humanidad. Antes que él las investigaciones de los físicos alemanes Hermann von Helmholtz y Rudolf Hertz y luego los del francés Gabriel Lippmann lo hicieron de algún modo posible.

Algunas de estas reflexiones pudo haberse  hecho Ingo Maurer (1932/2019), cuando en 1966 prendado de la belleza desnuda de la bombilla que colgaba del techo donde se encontraba, pensó en Bulb, precisamente eso: una bombilla gigante homenaje a Edison. Hoy desde Imatra el sentido homenaje es a la memoria  de Ingo Maurer, diseñador, tipógrafo, y excelente profesional cercano y atento a colaborar, incluso en proyectos iniciales, como cuando accedió a colaborar para la exposición Historias Luminosas, realizada en 1996 en el espacio expositivo ARSsenal, del que Pilar Blanco fue socia fundadora

Las fuentes de energía cambian y el mundo en 2019 es absolutamente diferente, no obstante hay descubrimientos que generan diseños que no solo permanecen sino que forman y conforman el espíritu de su tiempo y nuestro presente más actual porque generan futuro

Mediante el uso metafórico de un eje vertical diacrónico o histórico y una detallada genealogía acreditada de los movimientos ocurridos en la historia del arte y la teoría desde el minimalismo y el pop hasta nuestros días, y otro eje horizontal o la dimensión social del arte, el historiador y crítico americano Hal Foster (1955) sostiene en una de sus más conocidas tesis, cómo tras el arte como texto de los años sesenta y el arte como simulacro de los 80, venimos siendo paulatinamente testigos  de una suerte de retorno de lo real, -retorno de lo reprimido- que ha terminado  por asentarse en los cuerpos reales y en los sitios sociales. Esta dimensión social del arte, podría servirnos para considerar con Hal Foster cómo en nuestras sociedades contemporáneas no existen ya «obras de arte». Existen, no obstante, un trabajo y unas prácticas que podemos denominar artísticas. Tienen que ver con la producción significante, afectiva y cultural, y juegan papeles específicos en relación a los sujetos de experiencia y con la impulsión pública de ciertos efectos circulatorios, efectos de significado, efectos simbólicos, efectos intensivos… afectivos.

Los viejos hábitos que se empleaban para hacer y razonar las cosas ya no sirven de patrón a la hora de anticipar  y planificar soluciones. La circulación social actual de objetos, bienes y relaciones, no es ya el valor de uso que podamos asociarles ni aún el valor de cambio, sino, y por encima de todo, su valor estético, la promesa que contiene de una vida más intensa, más interiormente rica.  Imatra  tercera época incorpora en su práctica profesional el  trabajo inmaterial resultante de un proceso  caracterizado por la hibridación y por la mezcla de lenguajes de naturaleza diversa, en los que se incluyen elementos procedentes de la vanguardia artística, el arte pop o el minimalismo con otros relativos a los usos y costumbres de la sociedad actual.

Tercera Época

El orden global de la información es una cultura tecnológica. En ella los dualismos previamente existentes de la tecnología, por un lado y la cultura por otro, se disuelven. Lo que antes era una cultura representacional de la narración, el discurso y la imagen que en el lector, el espectador o la audiencia enfrentaban en una relación dualista, se convierte en una cultura tecnológica. En ella, los objetos comparten cualidades informacionales y en su movimiento a través de redes globales escapan al control de los sujetos.

Del punto a la línea, al triángulo, a la red, a la idea de espacio virtualmente infinito, la repetición es en el trabajo de GeGo (1912-1944) la búsqueda de un sistema de crecimiento sin fin. Las leyes son sencillas combinaciones matemáticas de dimensiones, líneas, redes y mallas gravitacionales que se entrecruzan con el vacío y modelan estructuras de elevado contenido poético.

Una arquitectura de materiales puros y espacios continuos que es a la vez imposiblemente sencilla, aunque envolventemente misteriosa es la de Peter Zumthor (Basilea 1943)

La esencia de su arquitectura está en la experiencia de las texturas, el juego de la luz, la celebración de la manualidad.

Las Termas de Vals, es un proyecto construido a través de la agregación de una serie de módulos en forma de L invertida, de manera que la vertical soporta la horizontal dejando pequeñas grietas que introducen una luz irreal.

Montaña, piedra agua. Construir en la piedra, construir con piedra dentro de la montaña, construir de la montaña, estar dentro de la montaña. Fuerzas en los nodos que convierten una estructura en estable.

La complejidad se antoja como lo imposible de simplificar, aquel entorno en el que desórdenes e incertidumbres perturban fenómenos, dificultando la distinción entre identidad y casualidad.

 

Las propuestas sobre mobiliario presentadas por arquitectos del primer racionalismo como Stam, Gropius, Breuer, Mies o Le Corbusier resultaron manifiestos de la modernidad en los que predominaba la imagen sobre la funcionalidad. Piezas de características casi escultóricas, cuyo proceso de fabricación importaba poco que fuera complicado o caro, mientras el resultado no lo aparentase.

Conceptos como la ligereza, la facilidad constructiva o la ergonomía, se veían lastrados por una falta de adecuación de la tecnología a los procesos de diseño.

Tras la Segunda Guerra ya no se trata de crear modelos manifiesto, sino de resolver problemas reales de gran alcance utilizando una industria casi desaparecida y recurriendo a materiales fáciles de obtener y económicos.

El diseño deja de ser un lujo cultural y se extiende a toda la sociedad, no sin bastante resistencia por ambas partes. Nace un nuevo oficio equidistante entre la tecnología y el consumidor.

Forma y espacio son dos elementos  fundamentales de la arquitectura y del diseño de exposiciones. La forma discernible en todo momento por el ojo humano está, más estrechamente relacionada que el espacio con nuestro sentido de la vista, pues la forma es concreta y conduce por si misma al significado; por contraste con la forma, el espacio no solo se describe por la vista, el oído y los restantes sentidos, sino también por otras sensaciones no tan perceptibles como el equilibrio y la gravedad. Con estas premisas las diferentes colaboraciones entre Droog Design e Imatra sintetizan en parte los intereses estéticos de sus idearios.

La natural tendencia a recurrir a formas constructivas y nuevos materiales dominan el sentido de la muestra en un recorrido que va del objeto imposible al mobiliario cotidiano, en una apariencia entre cerrada y funcional en un intento de rescatar los fragmentos rotos de ideas que integran el torrente de la actividad mental en su imparable viaje hacia el olvido, en intuiciones brillantes articuladas en un juego especular con lo real.

La fuerza de la gravedad impone a la arquitectura diferentes órdenes verticales y horizontales, y demanda geometrías diferentes para sus ejes, es espectador el que pone en movimiento su imagen.

Cuando uno se entrega a la experiencia de la arquitectura, es «uno mismo» quien media entre orden y fenómenos, quien siente que un vínculo de respuesta va ganando terreno lentamente cuando un orden geométrico estático consigue establecer una presencia dinámica en la propia consciencia.

En el interior de nuestra experiencia de un orden arquitectónico abstracto como fenómeno consciente, llegamos a sentirnos realmente inspirados por la arquitectura.

En arquitectura, el diagrama se ha entendido historicamente de dos maneras, como mecanismo explicativo y analítico, y como un mecanismo generativo. El diagrama es no solo una explicación, sino que también actúa como un intermediario en el proceso de generación del espacio.

Mediante el diagrama, movimientos artísticos de comienzos del siglo XX como Stijl, Bauhaus, enseñaron como se produce la transformación de un supuesto estilo, en un estilo perfectamente reconocible, atrayente, pero limitado como tal, por eso cada vez más en un mundo en el que las cosas que están alejadas en el tiempo o en el espacio pueden ser interdependientes, y en el cual personas, cosas y relaciones sociales de las que no tenemos conocimiento directo pueden tener un impacto determinante en nuestras vidas, la yuxtaposición de elementos discretos y sobre todo la búsqueda de métodos y temas que sostengan intelectualmente el proceso creativo para evitar caer en la expresión personal es cada vez más necesario, pues algo solo es conocimiento cuando ha dejado atrás su dependencia de lo subjetivo y de lo sensible, y comprende la razón, lo universal y la ley de las cosas.

En ese contexto, lo experimental tiene que ver con lo innovador y de alguna manera con la invención, sino del sistema,  si de su aplicación concreta y ambos conceptos remiten a la definición de arte como invención.

Habituados en Imatra a proporcionar sentido a las exposiciones como una suma de ambientes, sonidos, luces y obras realizadas muchas veces en colaboración.

Imatra  Costa 12-14 48010 BILBAO

Archivos

Categoría: Periodización

El artista como productor

El arquitecto y segundo director de la Bauhaus Hannes Meyer (1884/1954) proyectó la instalación «Co-op interieur 1926» como un espacio vacío y blanco. Si las nuevas sociedades pueden hoy ser definidas como sociedades del trabajo inmaterial, es decir, sociedades del conocimiento,debemos reconocer entonces la labor de las y los artistas

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Milk bottles lamp

The milk bottles just above the ground on long cables in a cluster of twelve-three times four rows of bottles, exactly as it is a Dutch milk crate En su reciente visita al Estudio Imatra, el arquitecto Diego Sologuren tomó está fotografía en la que podemos ver en primer plano

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VIA LETTERA

Del universo a la epidermis, pliegues y pieles se suceden configurando nuestra singularidad y nuestros afectos: vestimentas, casas, identidades, paisajes…Más acá de su nombre, de su ley y su territorio, más acá de su propiedad protectora, cubriente, la casa es el lugar de la bondad del día y del alimento

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La era de Edison

El 4 de septiembre de 1882, un hombre de 35 años llamado Thomas Alva Edison, que lucía un chaqué y llevaba sombrero de copa, giró una palanca que iluminó eléctricamente las oficinas que el banquero Morgan poseía en la esquina de las calles Broad y Wall, de Nueva York. Momentos

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Retornos

Mediante el uso metafórico de un eje vertical diacrónico o histórico y una detallada genealogía acreditada de los movimientos ocurridos en la historia del arte y la teoría desde el minimalismo y el pop hasta nuestros días, y otro eje horizontal o la dimensión social del arte, el historiador y

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Tercera época

Los viejos hábitos que se empleaban para hacer y razonar las cosas ya no sirven de patrón a la hora de anticipar  y planificar soluciones. La circulación social actual de objetos, bienes y relaciones, no es ya el valor de uso que podamos asociarles ni aún el valor de cambio,

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Redes

El orden global de la información es una cultura tecnológica. En ella los dualismos previamente existentes de la tecnología, por un lado y la cultura por otro, se disuelven. Lo que antes era una cultura representacional de la narración, el discurso y la imagen que en el lector, el espectador o

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Huellas

Las propuestas sobre mobiliario presentadas por arquitectos del primer racionalismo como Stam, Gropius, Breuer, Mies o Le Corbusier resultaron manifiestos de la modernidad en los que predominaba la imagen sobre la funcionalidad. Piezas de características casi escultóricas, cuyo proceso de fabricación importaba poco que fuera complicado o caro, mientras el

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Principio y síntesis

Forma y espacio son dos elementos  fundamentales de la arquitectura y del diseño de exposiciones. La forma discernible en todo momento por el ojo humano está, más estrechamente relacionada que el espacio con nuestro sentido de la vista, pues la forma es concreta y conduce por si misma al significado;

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Diagramas

En arquitectura, el diagrama se ha entendido historicamente de dos maneras, como mecanismo explicativo y analítico, y como un mecanismo generativo. El diagrama es no solo una explicación, sino que también actúa como un intermediario en el proceso de generación del espacio. Mediante el diagrama, movimientos artísticos de comienzos del

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