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El diagrama es una representación gráfica de algo que no es la cosa en sí misma, pero que de algún modo forma la materia visible de la cosa y formaliza funciones articulables. Una lista parcial de diagramas en arquitectura incluye la cuadrícula de tres x tres, el Panopticon, el esquema Dom-ino, el rascacielos, el Pato y la Caja Decorada de Venturi,  el Pliegue….

El Pliegue ha sido siempre una constante en todos los períodos artísticos, pero fue el barroco el que lo condujo hasta sus propios límites, y ya en los años 60 algunos autores como el galo Gilles Deleuze, lanzándose a la ingente tarea de descubrir un neobarroco moderno  se dedica a seguir con indisimulada brillantez, la historia del pliegue en todas las artes, incluyendo la música o el cine, pues considera entre otras  cuestiones de interés, que los proyectos y procesos no pueden simplemente derivar de sus contextos, sino que deberían transformar sus contextos intelectuales y sociales; para ello define una cartografía que abarca todo el campo social.

En sus teorías, el diagrama se ha convertido en una palabra clave en la interpretación de lo nuevo, desafiando tanto la base geométrica tradicional  como la sedimentada historia de la arquitectura, en la que la idea clásica de diagrama muestra una creencia en la estructura como algo jerárquico y estático y que no tiene punto de origen.

Basadas en parte en sus propias alucinaciones cibernéticas, Deleuze presenta los diagramas como series de «fuerzas maquínicas» y afirma que un diagrama es un conjunto flexible de relaciones entre fuerzas que forman sistemas físicos inestables en desequilibrio permanente. El diagrama es entonces a la vez, forma y materia, lo visible y lo articulable, permitiendo que el pliegue se despliegue, que no es ciertamente lo contrario del pliegue, ni su desaparición, sino la extensión o continuación de su acto, la condición de su manifestación.

Un comentario

  1. Hay algo demasiado confiado en todo lo que se aventuraba en las décadas anteriores. Se esperaba un final más feliz que aquél presente. El hoy, es inimaginable, desde aquel ayer.

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