Las metáforas son muy peligrosas, dice Felix de Azúa en Diccionario de las Artes. (Planeta 1995) y no se recomienda su uso más que de un modo parco y delicadísimo. Las metáforas son el sistema nervioso no sólo de la poesía, sino del lenguaje; las metáforas forman la red de distribución de impulsos que une el pensamiento con la gramática.
La metáfora es un transporte. La metáfora transporta un significado sobre los hombros de un significante, y se lo entrega a otro significante totalmente distinto, el cual no sólo no tiene inconveniente en tomarlo sobre sí, sino que además sigue el transporte hasta el consecutivo reemplazo.
Es posible que en la potencia de figuración que es la causa de toda metáfora se esconda el mecanismo íntimo de la infinita producción semántica de la lengua, y quizá el orden secreto de toda producción