Toca evolucionar, si. Basta de darle cuerda a la fabulación negativista que no hace más que anclar la forma de las prácticas en un pasado bloqueado, autocomplacido en la irresolubilidad de la paradoja de su lógica antitética. Nada que tenga la forma de la negación calculada de si misma hace otra cosa que preparar indisimuladamente la coartada del compromiso cumplido anticipando el momento de su absorción integrada.
Redefinición de las prácticas artísticas 16 S 21 (LSA 47)