ultramarina

Por más de una razón deberíamos asemejar el trabajo del arte al del sueño: es una producción que induce formaciones de superficie que expresan, que traducen aproximadamente un estado descompasado de energías. Lo esencial en ellas es no es la forma o apariencia que adquieren en un instante dado, sino el campo de intensidades -o sea- el diferencial de potenciales en que se efectúan.

Atalante

El trabajo del arte ya no más tiene que ver con la representación ¿Alguien pensaría que el del sueño -ese que induce un «contenido aparente» en quien revive el «latente» o lo cuenta por la mañana- tiene que ver con la re-presentación. ¿De qué?

Negativo: el trabajo del sueño expresa una economía de las fuerzas, una tensión de las energías una disposición de la distribución diferencial:

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