Una arquitectura de resistencia educa nuestra sensibilidad formal a través de las formas utilitarias reinterpretando discursos y problemas que forman parte de la tradición arquitectónica en un equilibrio entre lo contemporáneo y lo atemporal con ambición y respeto por el lugar.
Arquitectura G concibe su actividad como un trabajo en equipo, donde las individualidades se disuelven en una suma de formas de hacer y donde el aspecto material es algo fundamental para el estudio entendiendolo como campo de investigación